En este artículo te mostraremos los beneficios operativos, fiscales y aduanales que ofrece el régimen del Depósito Fiscal. Éste régimen de importación está regulado bajo los términos de la Ley Aduanera (LGOAAC), el cual otorga el beneficio de importar y almacenar tus productos bajo el diferimiento del pago de impuestos de importación y estos los puedes pagar de acuerdo a las extracciones que programes.
Únicamente exenta el pago de impuestos de importación, no del proceso de importación en sí. Por ejemplo, cuando llega una mercancía para Depósito Fiscal, el Agente Aduanal debe generar el pedimento, lo que genera gastos que deben cubrirse en el momento.
Ventajas de contar con un Depósito Fiscal
Las ventajas operativas y de control aduanal del Depósito Fiscal les permite a los importadores y exportadores:
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Introducir las mercancías a territorio nacional sin pagar impuesto, estos se pagan hasta la extracción.
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Almacenar las mercancías en almacén propio o bodega habilitada
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Ceder a terceros la extracción de las mercancías.
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Retornar la mercancía al extranjero sin pagar impuestos.
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Importarse temporalmente por maquiladoras o por empresas con programas de exportación autorizados por la Secretaría de Economía.
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Valor agregado a las mercancías a través de maquila ligera. Sin modificar la naturaleza de las mercancías.
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Extraer la mercancía parcialmente o total. En función de la comercialización de la mercancía se pagan las contribuciones actualizadas
Uno de los principales beneficios que otorga el depósito fiscal es mantener niveles de inventarios óptimos sin afectar su flujo de efectivo.
Esto se debe a que puede controlar los Lead Times de sus proveedores, tiempos de tránsito internacionales y realizar todo el protocolo de importación necesario ante la aduana sin tener que pagar los impuestos al momento del despacho aduanero.
Este monto lo puede diferir de acuerdo a sus necesidades, ventas o programas de entrega, además que pueden resguardar sus mercancías por un periodo de 24 meses.
Destino de las mercancías:
El Depósito Fiscal permite destinar las mercancías de acuerdo al artículo 120 de la LA:
l. Importarse definitivamente, si son de procedencia extranjera.
II. Exportarse definitivamente, si son de procedencia nacional.
IlI. Retornarse al extranjero las de esa procedencia o reincorporarse al mercado las de origen nacional, cuando los beneficiarios se desistan de este régimen.
IV. Importarse temporalmente por maquiladoras o por empresas con programas de exportación autorizados por la Secretaría de Economía.
Como excepciones al artículo 120 de la LA, el servicio de administración tributaria puede autorizar el establecimiento de depósito fiscal en los siguientes casos:
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Duty Free: Ya que están exentas del pago de impuestos al comercio exterior o de cuotas compensatorias para pasajeros que salgan del país.
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Temporalmente, para locales destinados a exposiciones internacionales de mercancías.
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Para someterse al proceso de ensamble y fabricación de vehículos, a empresas de la industria automotriz.
Retornar los productos al extranjero sin pagar impuestos
Por otro lado, en el dado caso de que el dueño de los productos haya utilizado el depósito fiscal como contenedor, siendo diversas las razones particulares, el material podrá volver a su lugar de origen en el extranjero sin tener que pagar los impuestos de importación, siempre y cuando se hagan los trámites requeridos y se cumplan en función del país de origen y destino.
Maquila Ligera
Otro de los beneficios del depósito fiscal, es que se puede realizar un proceso de maquila ligera siempre que no se altere o modifique la naturaleza de las mercancías, como ejemplo:
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Colocación de signos de identificación comercial
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Empaquetado
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Armado de kits
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Etiquetado
Conclusión
El régimen de depósito fiscal ofrece a los importadores de diferentes sectores una serie de beneficios tales como aduanales, flujo de efectivo, resguardo de mercancía, maquila ligera y de ensamble para la industria automotriz, los cuales pueden beneficiar a su operación.
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